Definitivamente el 2013 no empezó como un buen año para la minería. Al menos en Argentina y ahora también en Chile. A la retirada de Vale, de Mendoza, se sumó ahora la orden judicial trasandina para frenar el proyecto binacional de Pascua Lama, de la canadiense Barrick Gold, nada más y nada menos que por sospechas de contaminación.
La Corte de Apelaciones de Copiapó acogió un recurso judicial de las comunidades indígenas diaguitas que acusaba de graves irregularidades medioambientales al proyecto minero, vinculadas a la destrucción de glaciares y a la contaminación de recursos hídricos.
“No hemos sido notificados por la Corte de esta medida, por lo que es imposible que comentemos su contenido o implicancias. Una vez que seamos notificados, la revisaremos en detalle y definiremos las acciones correspondientes”, expresó Rodrigo Jiménez Castellanos, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Barrick Gold.
En caso de que efectivamente se suspendan las actividades por orden de la justicia chilena, Barrick Gold continuaría sus actividades del lado argentino, Lama.
El gobierno chileno se mostró satisfecho con la resolución judicial. “No nos extraña para nada y nos parece bien que se haya podido, a través de un organismo judicial, suspender faenas mientras Pascua Lama cumpla efectivamente con todos los cargos que la Superintendencia de Medioambiente ya le había hecho”, dijo el ministro del Interior, Andrés Chadwick, a la radio Cooperativa.
De este lado de la Cordillera, Greenpeace ya salió a pedir que se cancele aquí también el proyecto: “Los impactos ambientales que provoca la minería y el proyecto Pascua Lama en particular ya fueron sobradamente comprobados en Chile”, sentenció Gonzalo Strano, coordinador de la campaña de Glaciares de Greenpeace, “con más razón debería cancelarse el proyecto del lado argentino, ya que se está desarrollando en un área de permafrost, protegida por la Ley de Glaciares, y dentro de una Reserva de Biósfera, que debería ser resguardada”, explicó.
En relación a las declaraciones del Secretario de Minería, Jorge Mayoral, que señaló esta mañana que “Lama (la parte Argentina del proyecto) goza de buena salud”, el representante de Greenpeace respondió: “Desgraciadamente esa no es la situación de los glaciares y el ambiente periglaciar de la zona del proyecto. La propia empresa y el gobierno de San Juan admiten que las obras tendrán un impacto sobre más de 300 hectáreas de permafrost, suelo congelado protegido por la Ley de Glaciares: la buena salud de Lama atenta contra la salud de todos”.
Habrá que seguir atentamente cómo sigue la situación.
Foto: Chile contaminada
No hay comentarios:
Publicar un comentario