A veces, entre un maremagnum tecnológico, se nos pasa lo más importante de la Fotografía; la mirada del artista, su obra, la historia que cuenta y cómo lo hace. Centrados en buscar la excelencia a través de los ojos de los fotógrafos, centrados en dar a conocer sus historias visuales, nació Mambo Magazine, un proyecto barcelonés que en cada uno de sus números repasa la trayectoria de artistas, algunos consagrados, otros jóvenes valores, con distintas técnicas y prodecencias, con atención al detalle y una cuidada presentación en la que lo importante son las imágenes.
En su último número, repasa algunas de las obras del fotógrafo malagueño Pepe Ponce, uno de los maestros de la fotografía en Andalucía que a pesar de una trayectoria de décadas viendo el mundo a través del visor de una cámara, sigue aprendiendo, buscando nuevos lenguajes para transmitir lo esencial.
En este número de Mambo Magazine, patrocinado por el banco de imágenes Photaki, publica algunas de sus últimas obras, en la que elementos sencillos se transforman hasta desdibujarse a través de la experimentación digital y la transformación de las imágenes.
Partiendo de la realidad, poder anclar el tiempo y releerlo con el apoyo de las nuevas tecnologías, renunciar al objeto reconocible y destacar así su arquitectura íntima, viendo la Fotografía como un lenguaje vivo “en el que no podemos dejar de intervenir, interpretar, romper o recomponer”, y la a vez “huir de cualquier mercantilismo al uso”.
Pepe Ponce lleva más de 40 años siendo cronista gráfico y puntual de su entorno que le han hecho merecedor de un buen número de premios y distinciones, compatibilizándolo con su faceta de maestro. Con más de 50 exposiciones, es además poseedor de un archivo fotográfico con imágenes desde finales del siglo XIX a la actualidad. Destaca asimismo su colección de cámaras fotográficas. Actualmente prepara un Diccionario Fotográfico y una exposición sobre el entorno social y cultural del Norte de Marruecos.
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