“Piensa, come, economiza”. Ese es el lema de las Naciones Unidas para celebrar el Día Mundial del Ambiente. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés), cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, mientras que 870 millones de personas siguen estando subalimentadas.
“Ese despilfarro es inaceptable cuando millones de personas pasan hambre. Dados los efectos cada vez mayores que esta situación tiene en nuestro medio ambiente, debemos desarrollar métodos más sostenibles para la producción de alimentos. Hemos de pensar en lo que comemos para salvar nuestro planeta”, dijo en su mensaje Irina Bokova, Directora General de la Unesco.
“La agricultura guarda una estrecha relación con el medio ambiente local, y es en este terreno donde debemos actuar a fin de desarrollar prácticas sostenibles que sean significativas para las comunidades locales. La UNESCO ha designado 600 reservas de biosfera en todo el mundo como lugares de aprendizaje para el desarrollo sostenible. En muchas de ellas se cultivan alimentos y elaboran tejidos producidos de manera orgánica, contribuyendo así a conservar la diversidad biológica y a promover el empleo en las zonas rurales”, agregó.
Traspolando este mensaje a nuestro país me vino a la cabeza la discusión que usualmente tenemos en este foro: cuando se dice “piensa”, quiere decir planifica. Lamentablemente una palabra inexistente en el vocabulario de nuestros dirigentes y de la agenda política. Ni qué hablar de pensar en el modelo de expansión agrícola que hay en nuestro país sin ningún tipo de control (al igual que otras actividades, por supuesto).
¿Tenemos algo que celebrar?, me pregunté. Tal vez podamos celebrar que hay un día al año en que estas discusiones al menos salen a la luz.
Foto Flickr CC Luis Fernando/Sonia Maria
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